sábado, 26 de diciembre de 2009

FRÁGIL COMO EL CRISTAL

Fué un instante, un segundo en su vida, pero penetró en ella como mortal escalofrío paralizando a su paso su mente y su cuerpo y dejando una estela de insoportable dolor.

Las dudas, enterradas bajo manto de reproches, se abrían ahora paso dejando sospechas al aire que la atrapaban sin remedio.


Con lágrimas en los ojos fué leyendo palabra por palabra y el amor se fué tejiendo solo, enlazaba las ideas, se tornaba espinas en su corazón. Y al mirarlo, no hicieron falta palabras; sus tristes pupilas hablaron por ella.


Allí estaba todo; su amistad, su necesidad de aventura, su cariño, palabras cómplices bajo un manto de poesía; y después, sus largas conversaciones en mañanas soleadas, su malhumor contenido en vida impuesta.


Algo se quebró como débil cristal, su fragilidad quedó expuesta ante la incredulidad, ante el desconcierto, a saberse amada aún sin serlo, al engaño repetido y malicioso, a las caricias que el viento llevaba a tierras lejanas.


Aún hoy, no comprende sus motivos, palabras a medias, promesas incumplidas bajo absurdas razones.


Viste su cariño de amor imposible, se refugia en su dolor contemplando su rostro lejano e inalcanzable; se viste de cobardía, de conformismo que a nadie convence y, mientras tanto, yo lo observo; conozco su historia, el amor que ella siente, su miedo a volver a empezar, sus ilusiones y no puedo menos que romperme; poco a poco, sin prisa y sin pausa....


...porque no fué lo que pasó, sino cómo me sentí.

No hay comentarios: