domingo, 13 de junio de 2010

AMOR AZUL; AMOR IMPOSIBLE


Amanece un nuevo día alegre en su presencia,
poderoso y soleado, más, efímero en el corazón.
La realidad disfrazada del sueño
despierta entre nubes de plata,
derrama con amargura su hiel,
apaga las ilusiones soñadas.

Ya solo puede mirar su cara de gesto amable,
en mimado retrato encerrado,
con sonrisa intuida, tal vez, de alegría contenida en el alma,
quizás de sarcástica despedida.

Solo eso queda de él
y en los abismos del alma…
sus caricias, sus temores, sus palabras,
sus besos que despertaban sentidos,
su soñada presencia; vida de mi vida.

Ya no forma parte de sus sueños,
sus ojos se reflejan en la distancia
navegando con dulzura en notas de otra canción.

Hoy fue presa de su olvido,
de su hastío, del desamor,
la pena, la tristeza
anidan en su alma.

¿Cuándo dejó de cantar a sus mañanas?
¿Cuándo otros ojos bailaron en su sonrisa?
¿Cuándo otros versos cantaron a su amor?

Sus halagos vuelan hoy libres,
sus rimas de amor encontraron ya su musa,
compartiendo la vida a bocados de dulzura,
en palabras contenidas largo tiempo.

Los separa la distancia, el camino,
cadenas que atrapan los más bellos sueños,
los conformismos de la rutina,
el miedo a volver a empezar,
la vida estancada que, con engaño, nos atrapa.
Amor platónico, de voces lejanas
Amor imposible, amor sin fin.

Quizás en otra vida
sus almas se encuentren,
vuelvan a unir sus miradas,
las sonrisas, las palabras.

Quizás llegue un día en que ya nada importe
y escriban su historia con tinta de besos.

Yo, mientras tanto, espero a la noche,
que me atrape en su negrura,
que me arrope con estrellas,
que me pierda en el olvido
de esos dulces ojos color miel
que un día atraparon mi alma.